¿Quién no ha rellenado una botella de plástico? Creo que todos lo hemos hecho alguna vez, pues lo cierto es que es muy cómodo usarlas, rellenarlas y tirarlas cuando nos estorben o nos ocupen sitio.
Sin embargo, parece que rellenar la botella es un gran error, pues la mayoría de ellas no se pueden rellenar debido a los compuestos químicos que sueltan, unos compuestos que se acumulan directamente en nuestro organismo.
Para saber si las podemos reutilizar alguna vez o es mejor tirarlas a la basura tras el primer uso hay que darles la vuelta. Si al darles la vuelta, ves que en el culo de la botella hay un 1, un 3 o un 7, hay que tirarla tras vaciarla.
El uno nos indica que la botella es de PET, mientras que el tres y el siete nos indican que es de PVC. Estos compuestos son tóxicos para el organismo si reutilizamos la botella, ya que con los usos el plástico se degrada y poco a poco lo vamos ingiriendo.
Otra cosa es que en “el culo de la botella” haya un dos, un cuatro o un 5. En ese caso se puede reutilizar la botella, pero hay que hacer algo que ninguno hacemos cuando las reutilizamos: meterlas en la nevera y lavarlas muy bien antes de rellenarlas.
De todas maneras lo mejor es tirarlas, pues varios estudios científicos han demostrado que son un nido fe bacterias y han hecho un símil un poco asqueroso, puesto que dicen que beber de una botella de plástico reutilizada es como chupar el asiento del wáter.
Parece que nosotros mismos las contaminando cuando chupamos la boca de la botella, cuando las tocamos con las manos sucias y al mantener el agua a temperatura ambiente, fuera de la nevera.
La boquilla, cuya forma roscada no ayuda a la limpieza, es donde se acumulan todas estas bacterias, por lo que si no te queda más remedio que reutilizar estas botellas lo mejor es que siempre uses una pajita para beber.