En muchas ocasiones os hemos hablado del problema de los plásticos, que están creando auténticas islas de basura en los océanos y afectando a los animales, entrando en la cadena trófica y creándonos problemas de salud a nosotros, que somos los que estamos al final de la cadena.
Unos científicos han conseguido desarrollar un plástico que se degrada en agua salada, lo cual es una noticia excelente, pues de extenderse podría paliar el problema de los plásticos, y digo paliar porque aunque se degrade el mar los tiene que “asimilar”, algo complicado cuando tiramos al agua miles y miles de toneladas de este material todos los años.
Parece que este plástico sólo tarda 20 días en degradarse, descomponiéndose en varios subproductos que no afectan a la calidad del agua, por lo que podría ser la solución que todos estamos esperando para no terminar envenenados por nuestra propia basura, la cual la naturaleza es incapaz de asimilar.
Su uso sería una buena noticia, pero por el momento no se ha hablado de ello en ningún medio, o lo que es lo mismo, que de momento no parece haber interés por su uso, algo que puede tener varias causas.
La primera es la económica y la segunda la resistencia del material. Empezando por la economía, es posible que este plástico sea más caro que el “normal”, por lo que su uso es complicado.
La segunda es la resistencia del material. Carrefour sacó hace unos años unas bolsas biodegradables, de fécula de patata, pero las tuvo que retirar porque no aguantaban ni un solo uso, rompiéndose antes de poner la bolsa en el carro de la compra.
¿Veremos este plástico en nuestras bolsas de la compra? Por los datos que tenemos parece que de momento este descubrimiento está en vía muerta y que seguiremos usando las bolsas de siempre, las que ensucian los mares y los contaminan.